La Casa de Cisneros
La Casa de Cisneros es uno de los edificios históricos que no te puedes perder si visitas la Plaza de la Villa de Madrid, a pocos pasos de la Plaza Mayor.
Situada al sur de la plaza, se considera una de las casas-palacio más antiguas de Madrid y el mejor estilo plateresco que se conserva en la capital. Destaca por los artesonados que decoran sus habitaciones, los azulejos sobre todo los de su escalera principal y en especial por su fachada de la calle del Sacramento.
Otros dos puntos de interés turístico históricamente significativos en las cercanías son la Casa de la Villa y la Casa y Torre de los Lujanes.
¿Dónde está la Casa de Cisneros?
La Casa de Cisneros se ubica en el lado sur de la Plaza de la Villa de Madrid, en el número 4 de la misma. Las fachadas del edificio dan a otras tres calles: calle del Cordón, calle del Rollo y calle del Sacramento.
Leyenda de la Casa de Cisneros
La Casa de Cisneros fue la prisión de Antonio Pérez del Hierro, secretario de Felipe II.
En 1579 Antonio Pérez fue detenido culpable de los cargos de traición a la Corona. Antonio Pérez fue puesto en libertad y tras sufrir después varias detenciones y pasar por distintas prisiones, en 1589 es recluido en la Casa de Cisneros. Aquí reconoció bajo tortura, como requería el proceso judicial en la época, su implicación en el asesinato de Juan de Escobedo. En 1590, ayudado por su esposa, Juana Coello, escapó de la Casa de Cisneros hacia Zaragoza. Según cuenta la leyenda, intercambió sus ropas con ella y disfrazado de mujer pudo salir del edificio. |
Historia de la Casa de Cisneros
Tras la muerte del Cardenal Cisneros su sobrino el arquitecto Benito Jiménez de Cisneros heredó unos terrenos cerca de la Plaza de la Villa. Benito compró todos los terrenos de la manzana donde estaba la casa de su tío y en 1537 mandó construir el edificio que hoy conocemos como la Casa de Cisneros.
Se cree que pudo ser construida por el alarife de la Villa, Miguel de Hita. Benito Jiménez de Cisneros murió antes de terminar la construcción y fue su hijo quien supervisó la obra y quien heredó el palacio.
En el siglo XVII, en la época de Felipe III, el palacio perteneció al cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas, arzobispo de Toledo.
A la muerte del arzobispo, la casa fue adquirida por el conde de los Arcos. En siglo XVIII al casarse el conde de los Arcos con la condesa de Oñate la casa pasó al condado de Oñate.
Con el paso de los años la casa se fue deteriorando y en 1845 se tuvo que realizar una reforma que la afectaría casi por completo.
La fachada principal era la del edificio de la calle Sacramento y sin embargo la parte que daba a la Plaza de la Villa estaba destinada a los corrales, las cocheras, las cuadras y la zona de estar de los sirvientes. Toda esta parte fue suprimida para construir la fachada de la plaza de la Villa.
En la Casa de Cisneros ha sido siempre residencia de personas notables de la ciudad de Madrid.
En ella vivó el conde de Campomanes. Nació en 1863 el político Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones. Vivió el general Zavala y desde 1844 a 1868, D. Ramón María Narváez, siete veces presidente del Consejo de Ministros.
En 1897 al regresar el general Polavieja a España fijó su residencia en la Casa de Cisneros.
Además, la Casa de Cisneros ha sido sede de diferentes instituciones, como el Consejo Superior de Guerra o la Embajada de Austria.
El Ayuntamiento compra la Casa de Cisneros
El Ayuntamiento decide ampliar sus instalaciones y compra en 1909 la Casa de Cisneros a los herederos de la condesa de Oñate para integrarla a las dependencias de la Casa del Concejo, la actual Casa de la Villa.
Con los proyectos de rehabilitación, que tuvieron lugar entre 1910 y 1914, se restauró la fachada actual de la plaza, dándole un aspecto más señorial al edificio y respetando la arquitectura original.
Las obras fueron supervisadas por el arquitecto Luis Bellido y González, quien se encargó también de la remodelación de resto de la Plaza de la Villa. Luis Bellido contrató a los ceramistas Juan Ruiz de Luna y Enrique Guijo para el proyecto de la azulejera.
Bellido reformó y acondicionó el edificio manteniendo la distribución de sus dependencias en torno al patio. Recuperó varios detalles ornamentales del interior que estaban ocultos y la escalera principal que había desaparecido.
Para dar a todo el edificio una estética uniforme, se eliminó el balcón corrido de madera que recorría la parte superior de la fachada de la calle Sacramento.
En 1915 se construyó el pasadizo elevado de estilo veneciano que comunica la Casa Cisneros con la Casa de la Villa.
Después de la Guerra Civil, en torno a 1940, Felipe Trigo realizó otra reforma que afectó principalmente a su diseño interior. La última rehabilitación interior se completó en 1984 y fue el arquitecto Joaquín Roldán Pascual quien la realizó.
La Casa de Cisneros en la Actualidad
Actualmente la Casa de Cisneros forma parte de las dependencias del Ayuntamiento. En su interior se conservan ciertos elementos de interés como artesonados de madera, azulejos, relieves de escayola y antiguos zócalos. También lienzos, grabados, tapices de los siglos XV al XVII y planos antiguos de la villa, de los siglos XVI al XIX.
Además, el edificio cuenta con una galería dedicada a los retratos de los alcaldes de Madrid desde 1922 hasta la actualidad. Por otro lado, la Casa de la Villa alberga los retratos de los alcaldes madrileños anteriores a 1922.
Por el momento la Casa de Cisneros no se puede visitar y solo dispone de alguna jornada de puertas abiertas que estamos deseando que se celebren.
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