La iglesia de San Nicolás de los Servitas
La iglesia de San Nicolás de los Servitas originalmente se llamaba iglesia de San Nicolás de Bari y es conocida por los madrileños como la Parroquia de los italianos, ya que es la parroquia de referencia de la comunidad italiana que vive en la ciudad.
Esta iglesia fue declarada monumento nacional en 1931, gracias a su torre mudéjar del siglo XII y hoy en día es la construcción más antigua de la villa de Madrid que queda en pie, título por el que compite con la ermita de Santa María la Antigua de Carabanchel.
Todos los domingos a las 12 del mediodía se puede escuchar la misa en italiano.
¿Dónde está iglesia de San Nicolás de los Servitas?
La Parroquia San Nicolás de Bari o de los Servitas se alza en pleno centro de la capital, concretamente en la Plaza de San Nicolás, a apenas 20 metros de la calle Mayor y muy cerca del Palacio Real.
Mapa de la iglesia de San Nicolás
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Historia de la iglesia de San Nicolas
La primera mención que se conoce de la iglesia de San Nicolás de Bari la encontramos en el Fuero de Madrid de 1202 donde se mencionan las diez colaciones que existían en la ciudad, cada una de ellas administrada por una parroquia bajo la advocación de una santa o un santo. Así se atestigua en el apéndice de la Carta de Otorgamiento:
“Santa María, San Andrés, San Pedro, San Justo, San Salvador, San Miguel de los Otores, San Juan, Santiago, San Nicolás y San Miguel de la Sagra”.
Hoy en día la iglesia de San Nicolás de Bari y la de San Pedro el Viejo son las únicas que se conservan del Madrid medieval.
De la construcción de la iglesia de San Nicolás original solo se conserva la torre de ladrillo rojo de estilo mudéjar y tras el estudio de los restos encontrados apunta a que se edificó sobre una de las seis mezquitas de Mayrit antes de la conquista cristiana en 1083.
Esta teoría no está del todo demostrada y lo más probable es que la construyeran en el siglo XII los alarifes (maestros y obreros musulmanes) que vivían en la ciudad tras la reconquista, utilizando las técnicas de construcción que tradicionalmente conocían de los alminares (torre de las mezquitas) musulmanes.
A lo largo de su historia ha sufrido diversas transformaciones y modificaciones que deben tenerse en cuenta a la hora de admirar hoy su arquitectura, además ha sido testigo de los episodios más importantes de la capital. Vamos a hacer un repaso de todos estos acontecimientos.
En el siglo XIV se cambia la cubierta de la torre, deteriorada, sustituyéndola por un nuevo remate a cuatro aguas.
A finales de este siglo XV, entre 1481 y 1491, el ábside original amenazaba ruina y se construye el ábside gótico con los arcos de la bóveda de crucería. Este se realizó como capilla funeraria para la familia de los Zúñiga.
En el siglo XVI se incorpora a la nave central el artesonado mudéjar, el único que se conserva en la capital gracias a que el enfoscado de una bóveda de cañón lo protegió en el tiempo. También de esta época son las yeserías mudéjares-platerescas de la puerta de la sacristía, el par de arcos ciegos de herradura del ábside y el gran arco del altar, considerado el mayor arco de herradura de España.
Esta mezcla de estilo gótico-mudéjar la podemos encontrar también en la Torre de los Lujanes de la plaza de la Villa.
Los primeros libros parroquiales de la iglesia datan de 1525 y, gracias a ellos, sabemos que en esta iglesia fue bautizado el 15 de agosto de 1533 el soldado español y poeta Alonso de Ercilla y Zúñiga, autor del poema épico «La Araucana».
En la iglesia de San Nicolás de Bari fue enterrado en 1597 Juan de Herrera, arquitecto real del rey Felipe II y artífice del Monasterio de El Escorial. Posteriormente y siguiendo su voluntad se trasladaron los restos mortales de Herrera a su tierra natal y en la actualidad permanecen en la iglesia de San Juan Bautista, en Maliaño (Cantabria).
En el interior de la iglesia encontramos una inscripción que dice así:
ESTE PILAR Y RETABLO ES DE DON JUAN DE HERRERA. YACE EN SU SEPULTURA JUNTO AL ALTAR MAYOR. EL CUAL FUNDO EN EL CONVENTO DE SAN BERNARDO DOS CAPELLANIAS Y EN ESTA IGLESIA CINCO. Y DIJO QUE DEL REMANENTE DE LA HACIENDA SE DOTASEN LAS HUERFANAS QUE ALCANZASEN EN DANDO A CADA UNA CINCUENTA DUCADOS PARA AYUDA DE SU REMEDIO. SON PATRONOS LOS SEÑORES ABAD DEL CABILDO DE M Y EL DE SAN BERNARDO Y EL CURA DE ESTA IGLESIA Y EL LICENCIADO DON JOSEPH DE GAETA BENEFICIADO DE ELLA. OTORGO TESTAMENTO ANTE MARCOS M DE LEON EN IX DE DIA DE MDLIV FALLECIO EN XVI DEL DICHO MES Y AÑO. |
A finales del siglo XVI se procedió a la ampliación de la fábrica original, se crea el pórtico norte y se distinguen las nuevas fábricas de aparejo toledano.
En 1603 se realizó una nueva ampliación de la parroquia absorbiendo el osario.
En el plano de Texeira de 1656 aparece (marcada con N) con todas estas modificaciones y se aprecia ya en la torre el chapitel de estilo herreriano de pizarra que sustituye al cuerpo de campanas original con tejadillo a cuatro aguas del siglo XIV. Probablemente se sustituyera entre finales del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII.
En el siglo XVII hubo de reformarse la nave central y fue el momento en que se añadieron las dependencias parroquiales y las actuales capillas laterales, la capilla de San Nicolás (ovalada), construida en 1675 por Sebastián de Pineda, y la capilla del Santo Cristo de Burgos (redonda), proyectada por Pedro de Seseña en 1670.
En esta reforma se añade la bóveda bajo el artesonado mudéjar que lo ocultará por mucho tiempo y que permitió su conservación hasta hoy.
A comienzos del siglo XVIII se añade el actual pórtico de acceso de granito con la escultura de San Nicolás, obra de Luis Salvador Carmona.
Antonio Machuca, bajo supervisión de Ventura Rodríguez, reformó en 1756, el machón izquierdo del arco túmido que amenazaba ruina.
En 1790, Luis Durán realiza las obras de demolición y reconstrucción de la cúpula de media naranja de la Capilla del Santo Cristo, ya que también amenazaba ruina, sustituyéndose por una bóveda encamonada.
El deterioro de la iglesia de San Nicolás fue avanzando y en 1805 es declarada en ruina, trasladando un año más tarde su advocación a la cercana iglesia de San Salvador y perdiendo su condición de parroquia. Tras esto la iglesia quedó abandonada cayendo en el olvido.
Durante la ocupación francesa de Madrid se utilizó el edificio como almacén y cuartel del ejército francés. Más tarde, se conoce que se utilizó como sala de ensayos de la Banda Real hasta que en 1825 fue cedido a la congregación de la Orden Tercera de los Servitas, quienes la reformaron y acondicionaron para el culto.
La parroquia de El Salvador se demolió en 1842, retornando la parroquialidad a San Nicolás, pero en el año 1891 se trasladó la advocación de El Salvador a la que había sido iglesia del hospital de Antón Martín en la calle Atocha, que hoy se llama parroquia de El Salvador y San Nicolás, quedando el viejo edificio como iglesia de San Nicolás de los Servitas, nombre con el que en la actualidad se la conoce.
Tras el derribo en 1868 de la iglesia medieval de Santa María la Real de la Almudena, San Nicolás de los Servitas se convirtió posiblemente en la iglesia más antigua de Madrid y cuyo origen hay que buscarlo en el siglo XII.
En el año 1912 un grave incendio afectó a la estructura y se realizaron importantes obras de reparación. La torre se encontraba completamente revocada al exterior en esta época y el incendio, por fortuna, sacó a la luz las bellas arquerías ciegas que conocemos.
La Torre de la Iglesia de San Nicolás de Bari fue declarada Monumento Histórico Artístico de carácter Nacional el 3 de junio de 1931.
Fue en los años cuarenta cuando, al ir a arreglar unas goteras, salió a la luz el magnífico artesonado mudéjar de la nave central.
En esta década se llevará a cabo la eliminación del revoco que cubría los paramentos de la torre, pudiéndose comprobar que está formada por tres cuerpos cúbicos, cada uno de los cuales, con 12 arquerías de diferente diseño en cada tramo. El primer tramo sólo se puede apreciar desde el patio interior de la iglesia y está decorado por arcos ciegos de tres lóbulos. El segundo presenta arcos de cinco lóbulos separados por finas columnas de mármol y el último presenta simples arcos de herradura apoyados en columnitas.
Durante la restauración a cargo de Francisco Íñiguez Almech, entre 1948 y 1953, se descubrirán los trabajos de yesería del muro derecho de la capilla mayor, tomados todos por mudéjares, similares a los pertenecientes a la torre, pero entre los que más tarde se distinguieron otros más tardíos platerescos y renacentistas.
En esta intervención Íñiguez Almech eliminó el segundo piso de convento para dejar descubierta la torre, y construyó el puente sobre la travesía del biombo.
La iglesia abrió sus puertas de nuevo el 30 de abril de 1950, con la inauguración de la capilla de San Nicolás bendecida por Eijo Garay, Patriarca de las Indias.
La Iglesia Parroquial de San Nicolás de los Servitas, en su conjunto, fue declarada Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional el 16 de diciembre de 1977.
A finales del siglo XX se han realizado varias intervenciones, siendo la principal la realizada en 1983. Algunas de estas intervenciones se aprecian en la zona del ábside donde se realizó la sustitución de la piedra, que debía de estar muy deteriorada, observándose acabados en piedra distinta a la original.
El Misterio de la Lapida
La iglesia de San Nicolás de los Servitas esconde un gran misterio. Paseando por el exterior de la iglesia, y concretamente en las piedras que forman su ábside, si miramos debajo de la ventana central y a la izquierda, encontramos un sillar con una misteriosa inscripción.
Para saber que significado tiene debemos recordar, como ya he comentado anteriormente, que el ábside de San Nicolás fue transformado y ampliado a finales del siglo XV, cuando se utilizó como capilla funeraria de la familia de los Zúñiga. En esta reforma se construyó el ábside poligonal con cubierta interior de nervios de crucería con terceletes, típica de este momento del reinado de los Reyes Católicos.
Este sillar es muy probable que se tratase de una pequeña pieza de piedra caliza reutilizada procedente de alguna lapida conmemorativa o sepulcral. En ella se puede leer parte de una inscripción con siete líneas escritas en castellano antiguo con un tipo de letra humanística capital.
Las letras que aparentemente podemos reconocer son:
| A DE LA QUE SA V MOSE VN AÑO Y SMº SACRA R QVEND EV |
Esta tipología de letra se empieza a utilizar a partir de 1408, con el fin de separarse de los caracteres decorativos de la letra gótica que odiaban algunos escritores, por lo que esta inscripción está dentro de la época del siglo XV.
Lo más probable es que se aprovechara esta piedra para construir el ábside y que su procedencia fuera de alguna lápida de la época o utilizada posteriormente como remate en alguna reforma.
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