Jardines Campo del Moro

Jardines del Campo del Moro

 

Los Jardines del Campo del Moro son los jardines traseros del Palacio Real de Madrid. Estos jardines fueron declarados de interés histórico-artístico en 1931 y pese a estar cerca de una de las zonas más concurridas de la capital son unos de los parques más tranquilos y cuidados de todo Madrid.

A través de sus históricos caminos encontrarás muy poca gente lo que lo convierte en un parque muy apetecible para pasear o relajarse sentado en alguno de sus bancos. Al ser un lugar poco concurrido los amantes de la fotografía pueden realizar aquí unas instantáneas inolvidables.

A continuación, puedes descubrir dónde están los Jardines del Campo del Moro, cómo es y toda su historia.

Mapa del Campo del Moro en Madrid

En este mapa del Campo del Moro puedes ver su localización, el transporte público más cercano y todos los servicios que ofrece.

 
Símbolo EstrellaValoración
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Símbolo Ubicación¿Dónde están los Jardines del Campo del Moro?
Distrito: Centro
Barrio: Palacio
Dirección: Paseo Virgen del Puerto,  s/n  28005 Madrid 
Coordenadas: 40.41870, -3.71973
Símbolo Tren¿Cómo llegar al Campo del Moro?
Bus EMT:  Líneas 25, 33, 39, 41, 46, 62, 75, 138, 148 y C
Renfe: Príncipe Pío
Metro: Ópera (Línea 5, Línea 2 y Ramal) y Príncipe Pío (Línea 6, Línea 10 yRamal)
Símbolo ClockHorario Campo del Moro
 
  • Horario Invierno: Todos los días de 10:00 a 18:00 horas
  • Horario Verano: Todos loa días de 10:00 a 19:30 horas

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¿Por qué se llaman Jardines Campo del Moro?

Hasta 1809 no se encuentran en los registros documentales el nombre de “Campo del Moro” para referirse a este jardín. Los jardines del Palacio Real se llaman así en alusión a un suceso que ocurrió hace siglos en este lugar.

Al morir el rey Alfonso VI en 1109 hubo un intento de reconquista de Madrid por el ejército musulmán encabezado por el Emir Alí Ben Yúsuf. Los límites de la ciudad estaban a los pies del antiguo Alcázar y las tropas atacantes que venían desde Toledo, tras cruzar el río, acamparon en el lugar que hoy ocupan los jardines reales. De ahí su nombre.

¿Cómo es el Campo del Moro?

Los jardines del Campo del Moro, gestionados por Patrimonio Nacional, están dentro de un complejo rectangular que ocupa unas 20 hectáreas. Su perímetro está delimitado por un muro de piedra blanca y ladrillos sobre el que descansa una valla de hierro forjado.

Nada más entrar al jardín podemos ver el elemento principal del parque, una gran avenida verde que llega desde la calle Virgen del Puerto hasta la fachada del Palacio Real.

Esta gran avenida conocida como la Pradera de las Vistas del Sol es el eje central de parque y lo poco que queda del diseño que realizó Narciso Pascual y Colomer para remodelar el jardín. Para ello concibió un proyecto basado en los jardines de estilo francés con ejes lineales unidos a partir de una serie de paseos perpendiculares, en cuyas intersecciones se situaban pequeñas plazas circulares adornadas con fuentes.

En 1890 se inició un nuevo proyecto de jardín, dirigido por el jardinero Ramón Oliva siguiendo el concepto romántico de la naturaleza que estaba de moda en esa época. Se creó una gran plantación de árboles y arbustos y trazó caminos curvilíneos con suaves pendientes que recorrían el jardín sin ningún orden atribuido.

Hoy en día el parque consta de una gran avenida, 14 paseos, un camino perimetral, 9 bosquetes, 3 estanques y una rosaleda, además de unos aseos públicos, una cafetería y varias edificaciones antiguas que pueden ser apreciadas por los visitantes.

Entrada a los Jardines Campo del Moro

Entrada a los Jardines del Campo del Moro

La entrada a los Jardines del Campo del Moro es gratuita pero dentro de los horarios establecidos. Para poder acceder a ellos el recinto dispone de tres entradas:

  • Una en la Cuesta de San Vicente, situada al norte.
  • Otra en la Cuesta de la Vega, al sur.
  • Y la principal en el Paseo de la Virgen del Puerto al oeste.

Muchos piensan que a los jardines del Campo del Moro se puede entrar desde arriba, junto al Palacio Real, pero no. Por las puertas de la Cuesta de San Vicente y de la Cuesta de la Vega no se puede pasar ya que tienen el acceso restringido. Estas puertas, situadas a los pies del Palacio Real, están comunicadas entre sí por una carretera que pasa por la Fuente de los Tritones, por la Estufa Grande o de las Camelias y por el Estanque de la Cascada, pero ninguno de los tres puede ser visitado por el público.

De las tres entradas al Campo del Moro, sólo se puede acceder a los jardines por la puerta del Paseo de la Virgen del Puerto. Desde aquí se puede visitar casi la totalidad de los jardines salvo ciertas zonas restringidas por seguridad o por pertenecer al mantenimiento del parque.

Qué ver en el Campo del Moro

Nada más entrar a los jardines reales ya quedamos impresionados con la bella y perfecta panorámica del Palacio Real al fondo y una inmensa pradera verde que llega hasta él. Si miramos hacia el Palacio observamos una primera fuente, la “fuente de las conchas”, un poco más atrás vemos otra, la “fuente de los tritones” y justo detrás, a los pies del Palacio, se encuentra la “Gran Estufa de las Camelias”.

Esta gran avenida que es lo primero que vemos al entrar recibe el nombre de la Pradera de las Vistas del Sol y es obligatorio hacer una foto desde aquí al palacio.

La Pradera de las Vistas del Sol

Pradera Vistas del Sol

A mediados del siglo XIX, el arquitecto de la reina Isabel II, Narciso Pascual y Colomer, llevó a cabo el primer proyecto de transformación del jardín. Ejecutó un proyecto formal basado en los arquetipos del jardín francés (dispuestos en cuadrícula, parterres perfectamente cuidados, ejes lineales con fuentes en las intersecciones…) En este proyecto, solo se llegó a realizar la avenida principal que une el Palacio Real con Paseo de la Virgen del Puerto. Esta avenida es conocida con el nombre de Praderas de las Vistas del Sol.

 

Debido al desnivel, para acceder a los jardines tenemos que bajar por una escalera doble de piedra. Debajo de esta escalera se encuentra uno de los secretos más importantes que tuvieron los jardines del palacio real. Me refiero al túnel secreto de Bonaparte.

El Túnel de Bonaparte

Entrada al Túnel de Bonaparte

El túnel de Bonaparte merece una mención especial debido a su antigüedad y complejidad técnica. Este pasaje, cuya puerta de entrada la podemos ver debajo de las escaleras de la entrada del Paseo de la Virgen del Puerto, fue una gruta secreta que ordenó construir José I (José Bonaparte), conocido en la corte como “Pepe Botella”, para poder ir desde el Palacio Real hasta la Casa de Campo sin ser visto.

Los cinco años de reinado de José I no fueron nada fáciles y al final terminaron en huida. Por este motivo tubo que idear una manera de poder moverse entre el Palacio Real y su residencia oficial, el palacio de los Vargas, situado en la Casa de Campo, en caso de que ocurriera algún atentado.

Felipe II ya quiso algo parecido para poder ir desde los jardines del palacio hasta la Casa de Campo a cazar.

El arquitecto Juan de Villanueva recibió en 1810 el encargo de realizar dicha gruta. Para ello trazó desde el palacio una avenida principal, construyó un túnel de granito y ladrillo hasta el río Manzanares y un viaducto, salvando los lavaderos del Manzanares, para llegar hasta la Puerta del Río (también llamada Puerta del Rey), que él mismo había diseñado como entrada principal al bosque de la Casa de Campo.

La gruta de Juan de Villanueva se finalizó en 1811, poco después de la muerte del arquitecto. De la avenida diseñada por Villanueva no queda nada, sobre ella se construyó las Praderas de las Vistas del Sol. El viaducto fue sustituido durante el reinado de Fernando VII por el actual Puente del Rey. Los únicos restos que quedan del proyecto de Villanueva son una parte del túnel y la Puerta del Rey, aunque algo modificada.

La gruta fue remodelada en 1891 por el arquitecto Enrique Repullés y el jardinero Ramón Oliva. Se buscó un aspecto relacionado con la naturaleza, revistiendo sus paredes con una rocalla de piedra.

Durante la 2ª República la Casa de Campo fue abierta al público con lo que también se abrió el pasaje de José I. Durante los graves conflictos que sufrió la capital en la Guerra Civil pasó a usarse para transportar mercancías de forma segura. A pesar de las reconstrucciones de los años 60, la vía de escape de Bonaparte estaba condenada a ser olvidada.

Al realizar las obras de soterramiento de la autopista M-30 el túnel de Bonaparte quedó partido en dos al construir una de las entradas de la carretera subterránea justo en el lugar.

Las obras para acondicionar los márgenes del río Manzanares, bajo el proyecto Madrid-Río, han modificado parcialmente la trayectoria del túnel de Bonaparte, inaugurándose en 2011 un pabellón con una puerta de entrada a dicho túnel. Una placa señala en la actualidad este otro acceso, que sin embargo sigue cerrado.

Nada más bajar hay una plazuela que el parque utiliza para realizar eventos e instalar una cafetería con terraza. A la izquierda hay una pequeña construcción dónde están los aseos públicos.

Si empezamos el recorrido de los jardines por el primer paseo que nos encontramos a la derecha, llamado paseo de Circunvalación, llegamos hasta el estanque de Carruajes que en el día de la visita estaba sin agua.

El Estanque de Carruajes

El estanque de los Patos

El Estanque de Carruajes o como se le conoce, Estanque de los Patos, es el más grande de los jardines y se construyó en 1967 junto al antiguo Museo de Carruajes, obra del arquitecto Ramón Andrada. Su forma irregular contrasta con los jardines cercanos mucho más geométricos.

El estanque de los patos parece divido en dos al cruzar por el centro una pasarela que llega hasta el museo. El acabado de todas sus paredes es en rocalla. En cada una de estas dos partes se encuentra una isla con un árbol y cuatro ranas de bronce, que arrojan agua al estanque a través de un caño que tienen en sus bocas. Otras tres ranas situadas a ras del agua y una caseta circular para que descansen los patos se encuentran en cada sección.

 

El Paseo de Circunvalación continúa hasta los viveros, a los que no permiten la entrada de los visitantes y continua, dirección palacio, hasta fusionarse con el Paseo de las Minas.

Nuestra visita continuó cruzando la pasarela del Estanque de los Patos para ver de cerca el antiguo Museo de Carruajes.

El Antiguo Museo de Carruajes

Antiguo Museo de Carruajes

El Museo de Carruajes fue construido en 1967, como ya he mencionado, por el arquitecto Ramón Andrada. La idea de tener un museo en las proximidades del Palacio Real no era nueva.

Cuando se proclamó la Segunda República, el nuevo gobierno incautó varias propiedades pertenecientes a la monarquía, incluida una colección de carruajes y vehículos reales que estaban almacenados en el edificio de las Caballerías Reales junto al Palacio.

El edificio de las Caballerizas Reales fue derribado y sus terrenos fueron cedidos al ayuntamiento para urbanizar las calles Bailen y Cuesta de la Vega y construir el precioso Jardín de Sabatini abierto a todos los madrileños.

Como las caballerizas desaparecieron y los carruajes sin valor histórico fueron vendieron, se pensó en 1935 en crear un futuro Museo Republicano, que albergaría diversos objetos y obras de arte incautadas a la monarquía española.

Pero el proyecto quedó paralizado por la Guerra Civil, y no fue hasta principios de los años 60, en pleno apogeo de la monarquía, cuando por iniciativa de Francisco Franco se reavivó la idea de establecer un Museo de Carruajes.

Ubicado con una clara carga simbólica en el jardín del Campo del Moro, Patrimonio Nacional encargó el edificio al arquitecto Ramón Andrade quien, siguiendo las instrucciones de Franco, creó un museo de aspecto moderno con varios edificios hexagonales conectados entre sí junto a un pequeño estanque. Para adornar la fachada principal instaló dos bajorrelieves, uno a cada lado de la entrada, con alegorías a este tipo de medio de transporte expuesto en el museo.

El museo fue inaugurado por Francisco Franco el 28 de junio de 1967 y no tardó mucho en cerrar al considerarse en noviembre de 1992 un edifico poco apropiado para la conservación y exhibición de las carrozas reales.

Hoy en día esta magnífica exposición de más de 150 vehículos de época (donde se podrán ver carruajes de Carlos II, Alfonso XIII o Prim) formará parte del Museo de Colecciones Reales que tiene previsto inaugurarse a finales de 2022.

 

Siguiendo con la visita en las inmediaciones del museo, observamos unos jardines hexagonales que siguen la propia ordenación de los hexágonos del edificio. Aquí es donde se encuentran las Fuentes Gemelas del Campo del Moro.

Las Fuentes Gemelas

Las Fuentes Gemelas tienen su origen en la ordenación del entorno inmediato al Museo de Carruajes. Tras su construcción en 1967 se realizaron unos jardines hexagonales simétricamente respecto al acceso al Museo de Carruajes. Dada la composición en planta de este edificio, formado por hexágonos yuxtapuestos, se aprovecha esta figura geométrica para organizar dos jardines en los extremos del museo.

Estas dos fuentes, de diseño simplificado, pero con una fuerte tendencia clasicista, se disponen en el punto central del hexágono que forman los jardines. Las fuentes probablemente son obra del arquitecto, autor del proyecto del museo, Ramón Andrada.

 

En uno de estos jardines, el que está a la derecha si miramos al museo de frente, tuvimos la suerte de encontrarnos con uno de los pavos reales que viven en los jardines. En el jardín del palacio real habitan numerosas aves, algunas introducidas por los antiguos monarcas para disfrutar de su belleza, como los ya mencionados pavos reales, o también los faisanes y otras más comunes de los parques como las palomas o las tórtolas.

Pavo Real en los jardines de Palacio

Seguimos nuestro paseo subiendo por unas largas escaleras de piedra que terminan en un arco envuelto con enredaderas, creo que nos acercamos a la famosa Rosaleda del Campo del Moro.

Escalera hacia la Rosaleda del Campo del Moro

La Rosaleda

Los jardines del Campo del Moro también tienen una Rosaleda. Esta impresionante Rosaleda tiene forma circular, como la del Retiro y en el centro la preside una fuente.

De ella salen cuatro caminos que dividen el jardín en parterres de rosales y llevan a las cuatro entradas de la rosaleda. En cada entrada hay una pérgola con plantas trepadoras. Alrededor de la fuente hay cuatro bancos para descansar contemplando estas bellas flores.

Rosaleda Campo del Moro

Al salir de la Rosaleda lo hicimos por el camino que lleva al Paseo de los Plátanos. El paseo de los plátanos es el segundo camino de la derecha que inicia su recorrido en la plazuela de la entrada, pasa por detrás del museo de carruajes y la Rosaleda, a su izquierda deja el Bosquete de la Copa y llega hasta la Fuente de los Tritones.

Este paseo solo lo cruzamos ya que seguimos de frente por otro camino que nos llevó al Paseo de Damas. El Paseo de Damas es el más importante de todo el parque, en él se encuentran la mayoría de los elementos decorativos de los jardines reales.

Nada más pisar el paseo de Damas lo hicimos por su terminación. Aquí donde acaba el paseo se encuentra uno de los pocos elementos ornamentales originales que quedan del conjunto, el Jarrón del Campo del Moro.

El Jarrón del Campo del Moro

Antiguo Jarrón en el Paseo de Damas

El Jarrón del Campo del Moro se encuentra justo al final del camino de Damas. Este jarrón data de 1850, fecha en la que se introdujeron los primeros elementos ornamentales a los jardines. Su localización original se desconoce, pero seguro que no era esta.

El jarrón tiene unos llamativos bajorrelieves con animales fantásticos y grecas. Está apoyado sobre un pedestal cuadrado al que parece le falta algún elemento decorativo. Bajo el pedestal hay un cuidado seto con forma de flor.

 

Continuamos por el paseo de Damas hasta llegar a la Plaza de la Reina María Cristina de Habsburgo y Lorena. En esta plaza se encuentra el famoso Chalé de la Reina.

El Chalecito de la Reina

El Chalet de la Reina

El Chalecito de la Reina es una casita de madera de color rojo y blanco, diseñada por el arquitecto Enrique Repullés Segarra y construida en 1898 que recuerda a las cabañas montañesas de estilo tirolés o suizo por su alto e inclinado tejado a dos aguas.

Esta construcción fue creada para recreo y descanso de la familia real. Inicialmente se llamó “Chalet para su Majestad el Rey”, pero ha terminado conociéndose como “Chalet de la Reina”.

El edificio consta de tres estancias. La estancia más grande es su salón situado en el centro, la habitación de la izquierda se utilizaba como tocador o aseo y la de la derecha para los oficios religiosos.

 

Por detrás del chalecito sale un camino que lleva hacia el Bosquete de la Almendrita. En este camino se encuentra el elemento ornamental que podría ser el más antiguo de los jardines después de la fuente de los tritones. Este elemento es la fuente de la Almendrita.

La Fuente de la Almendrita

A esta fuente pilón del Campo del Moro también se la conoce como la Fuente de la Almendrita. Esta pequeña fuente se debió trasladar a su ubicación actual al construir el recinto del Museo de Carruajes. La fuente de la Almendrita en su origen no era así, se debió restaurar años después aprovechando piezas de otras fuentes ya que el tanto el pilón como el pedestal parecen más antiguos que vaso donde vierte el agua.

Existe un testimonio que cuenta que en 1692 se trasladó desde el Alcázar de Madrid al parque del Buen Retiro una pequeña fuente de mármol negro. Esta fuente se instaló en el mirador de la Cámara de la Reina, frente al Jardín de Caballo. Hoy en día en el Retiro no está esta fuente por lo que su vaso pudo ser aprovechado para restaurar la fuente de la Almendrita.

 

El mismo camino nos devuelve otra vez al paseo de Damas donde se encuentra otra de las construcciones que es obligatorio ver en la visita a los jardines. Esta es conocida como El chalé del Corcho.

El Chalé del Corcho

El chalet de Corcho

El Chalet del Corcho, como muy bien indica su nombre, es un pequeño quiosco o templete recubierto casi íntegramente de corcho. Está situado muy cerca al Chalet de la Reina y su construcción corresponde a la misma reforma del jardín dirigida por Repullés.

El edificio tiene forma octogonal, está rodeado de grandes ventanales de colores para dejar pasar la luz y en la parte superior tiene una especie de mirador. Sin embargo, a diferencia del Chalecito de la Reina, su estado de conservación es lamentable, ya que tiene varios cristales rotos y faltan trozos de corcho en muchas zonas.

 

Continuamos por el paseo de Damas hacia la pradera de las Vistas del Sol y empezamos a ver desde lejos una de las fuentes más famosas de los jardines. Su aspecto es impresionante. Ya llegamos a la fuente de las Conchas.

La Fuente de las Conchas

La fuente de las Conchas

La Fuente de las Conchas ha recorrido medio Madrid desde su ubicación original. Fue diseñada por Ventura Rodríguez se instaló en 1776 en los jardines del Palacio de Boadilla del Monte en Madrid, propiedad del infante Don Luis de Borbón y Farnesio.

Construida en mármol blanco, el motivo principal de la fuente son los personajes mitológicos. Las esculturas de la fuente de las Conchas son obra de Francisco Gutiérrez Arribas y Manuel Álvarez el Griego quienes las terminaron al morir un año antes el escultor Felipe de Castro, que la comenzó según dibujos de Ventura Rodríguez.

En el palacio de Boadilla se ubicaba en una plaza circular arbolada dispuesta en el punto central del jardín de cuadros, en la terraza superior del conjunto y a ejes con el palacio.

Dicen que la fuente fue regalada por los herederos del Infante don Luis al rey Fernando VII, también se habla que los herederos vendieron esta fuente al rey. Sea como fuere Fernando VII se la regaló después a Mª Cristina de Borbón para los jardines de su posesión Real de Vista Alegre en Carabanchel.

 

Si continuamos siguiendo la misma dirección al cruzar la fuente de las Conchas, pasamos entre dos jarrones al Paseo de Felipe V. Tras dejar a la derecha el Bosquete del Roble y a la izquierda el Bosquete del Tenis nos topamos de frente con el Bosquete de la Chata donde se encuentre semi escondido el Estanque de la Chata.

El Estanque de la Chata

Estanque de la Chata

Localizar el Estanque de la Chata no es fácil ya que está oculto en el también llamado bosquete de la chata. Escondido entre matorrales y bambús este pequeño estanque de estilo románico recibe el nombre de la infanta Isabel de borbón, hermana de Alfonso XII y muy querida en la ciudad de Madrid.

 

Muy cerca del estanque de la Chata se encuentra la estatua de su madre Isabel II

La Estatua de Isabel II

Esta estatua muestra la figura de la reina Isabel II sobre un pedestal con la inscripción: ISABEL II. Lleva un vestido escotado adornado con encajes y bordados. Estos adornos hacen alusión al reino de España con las figuras del león rampante y del castillo. En el borde del vestido aparece la firma del autor junto con la fecha y el lugar de realización: VILCHES/ROMA 1862.

Cubriendo el vestido lleva una capa que recoge con la mano izquierda apoyada en su pecho manteniendo la mano derecha delante sujetando el cetro, hoy en día desaparecido.

El pelo lo lleva recogido con una trenza adornada con perlas y apoyada en su cabeza lleva una corona abierta.

La estatua de Isabel II forma pareja con la estatua de su marido Francisco de Asís Borbón, situada también en los jardines de palacio a pocos metros de ella. Fueron realizadas en 1862 por el escultor malagueño José Vilches para completar la galería de personajes y monarcas españoles de la iglesia española de Monserrat de Roma.

Fueron expuestas en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1864 y posteriormente trasladadas al patio central del Ministerio de Hacienda hasta 1876, cuando el arquitecto Mayor de Palacio, José Segundo de Lema, mandó retirarlas y llevarlas al Palacio Real. Primero fueron a la galería baja del Patio del Príncipe, y posteriormente se trasladaron a su ubicación actual, en los Jardines del Campo del Moro.

 

Seguimos avanzando por el Paseo de Isabel II dirección a la entrada atravesando el Bosquete del Tenis dejándolo a la izquierda y a la derecha el Bosquete del Barranco. En este último ya casi llegando a la avenida principal está la estatua del marido de Isabel II, Francisco de Asís.

La Estatua Francisco de Asís

La estatua de Francisco de Asís, como he mencionado anteriormente, forma pareja con la estatua de su mujer Isabel II.

En este caso el rey Francisco de Asís viste un uniforme militar y lleva puesta la gran capa de los Caballeros de la Orden de Calatrava, recogida con ambas sobre su pecho. De su cintura cuelga una espada y sus pies están protegidos por botas altas.

Al igual que la estatua de su esposa, está firmada y fechada: VILCHES / ROMA 1862, en la parte baja de la capa. Y en el frente aparece la inscripción incisa en la base: REI D.F.A. DE BORBON.

 

Cruzamos una pequeña senda que salía del paseo de Isabel II, muy próxima a la estatua de Francisco de Asís, para llegar al Paseo de Ali Ben Yusuf. Este paseo sigue hasta llegar al palacio, donde se encuentra la Fuente de los Tritones y la Estufa de las Camelias.

En uno de los laterales, junto a la verja que da a la Cuesta de San Vicente, encontramos unos restos antiguos de escudos reales. Caminando por estos paseos se me viene a la cabeza una de las leyendas de los jardines reales de Madrid.

Leyenda de los Jardines del Palacio Real

Existen varias leyendas en torno a los Jardines del Moro, pero una de las más conocidas tiene como protagonista al espíritu masculino de un noble. Se cuenta que esta alma en pena vagaba enmascarado por los jardines.

De vez en cuando, hacia presencia y se les aparecía a las jóvenes nobles de la época. Las llamaba escondido entre los arbustos para enamorarlas con el fin de conseguir su amor.

Lo más curioso de esta leyenda es que al parecer varias nobles de la época le atribuyeron su embarazo a este espíritu enmascarado.

Seguimos el camino para subir al palacio y poco antes de llegar nos lo impidió una cadena que prohibía el paso. Por motivos de seguridad no permiten subir hasta allí.

Retrocedimos los pasos y continuamos por el Paseo de los Durillos, dejando a la izquierda el Bosquete de los Magnolios. Este paseo se fusiona con el Paseo de las Minas y cruza la pradera de las Vistas de Sol. Aquí en este punto tenemos la vista más alta de los jardines y se aprecia una bonita panorámica de la pradera, de la fuente de las conchas y de la entrada.

Vistas desde el Campo del Moro

Si miramos al palacio vemos un talud de hierba y unas escaleras que suben hasta la glorieta donde se sitúa la fuente de los Tritones, pero también está prohibido subir. En este talud hay una pequeña cueva artificial que parece ser para albergar las llaves de paso del agua de los jardines o algún registro de alcantarillado.

Entrada desagües de los jardines

Como no se pueden visitar más allá de aquí te cuento lo que hay más arriba.

La Fuente de los Tritones

La Fuente de los Tritones

La fuente de los Tritones se encuentre en la zona privada de los jardines del Campo del Moro, al pie de la fachada oeste del Palacio Real, en el punto más alto de la Pradera de las Vistas del Sol. Aunque se instaló aquí en 1846 se considera la fuente monumental más antigua conservada en la capital.

De ella no se sabe quién fue su autor, ni la fecha en la que se construyó, los primeros documentos que la mencionan son de 1656 y hacen referencia al rey Felipe IV quien mandó construirla para el jardín de la Isla de Aranjuez. Para ello se cree que se copió el diseño de otra fuente instalada en el Retiro en el Jardín de la Reina y que hoy ya no existe.

Se piensa que se construyó en Italia y más tarde se trasladó a Madrid en 1656 para adornar una plazoleta próxima a la ría del jardín de la Isla de Aranjuez y al río Tajo.​ Se dispuso en 1657 siendo gobernador Francisco de Brizuela, como dice la inscripción del pedestal, aunque parece obra anterior.

Está tallada en mármol blanco recibe su nombre de las cuatro esculturas mitológicas de tritones colocadas en la base. La fuente original tenía un gran pilón cuadrado donde vertía sus aguas y compartía la misma fontanería que la fuente de Baco, también en Aranjuez.

Allí la pintó, como se representa en el óleo del taller de Velázquez de 1657 expuesto en el Museo del Prado que hasta hace poco se creyó de Velázquez, pero hoy la se atribuye a Juan Bautista Martínez del Mazo, su discípulo y yerno.

Aparece en una pintura de Ferrer realizada para el primer conde de Sándwich en su visita a Aranjuez en 1668.

También la vieron el viajero francés François Bertaut que, admirado por sus juegos de agua, la describió en su obra Journal du voyage en Espagne en 1669.

Juan Álvarez de Colmenar en su viaje a Aranjuez la plasmó en un grabado que aparece en el tomo II de su libro Les delices de l’Espagne & du Portugal, publicado en 1715.

También la mencionan Antonio Ponz en Viage de España, publicado en 1785.

Fuente Tritones por Velázquez y Álvarez de Colmenar

Fue trasladada al nuevo trazado de parterre en la Isleta según proyecto de 1731 de Esteban Marchand, continuado tras su muerte por Leandro Bachelieu.

En 1844, Narciso Pascual y Colomer, arquitecto real en ese momento, solicitó el traslado de la fuente de los Tritones a este último jardín en el que, siendo objeto, por su mal estado, de una minuciosa restauración, llevada a cabo por don José Pérez, escultor honorario de Isabel II y tras proporcionarle un nuevo pilón circular, fue instalada en 1846 en su lugar actual, al igual que la fuente de las Conchas, procedente del Palacio del Infante don Luis, de Boadilla del Monte.

 

La verdad que esta fuente es increíble, no me extraña que la tenga bajo custodia en la zona privada de los jardines. Justo detrás de ella se encuentra la famosa Estufa de las Camelias.

La Estufa Grande o de las Camelias

Estufa de las Camelias

La Estufa Grande o Estufa de las Camelias es una de las grutas que ideo el arquitecto Sacchetti a mediados del siglo XVIII para salvar el gran desnivel existente entre el Palacio Real y los jardines del campo del moro.

Esta gruta, que es la construcción más antigua de los jardines, comunica con el Palacio a través de corredores y la forma un recinto con pórticos compuesto por una estructura de murallones y rampas abovedadas, con cinco arcos que siguen la simetría del eje central del jardín.

No fue hasta más tarde cuando el arquitecto Pascual Colomer, inspirado en las construcciones de jardinería de Berlín y Londres, instaló una máquina de vapor para extraer el agua del río y calentar el recinto, convirtiendo esta “gruta grande” en una estufa de conservación o invernadero para cultivar camelias.

También se conserva otra gruta más pequeña “gruta chica” en el tramo final de las cubiertas que hoy sirve como sala de ensayo para la banda de música de la Guardia Real.

Esta gruta grande iba a ser el elemento final de un jardín acuático, nunca construido, que culminaba en una hermosa cascada.

La «Gran Gruta» empezó a conocerse como «Estufa de las Camelias» a mediados del siglo XIX, cuando los jardineros reales se dedicaron a cultivar diversas variedades de camelias, plantas especialmente apreciadas por los nobles en los jardines europeos de la época.

 

Lo último que cabe destacar de esta zona no visitable es el Estanque de la Cascada. Al no poder acceder a esta zona no sé en qué estado se encuentra. Las obras realizadas para construir el Museo de las Colecciones Reales no se si han conservado este estanque. Cuando se inauguré tienen previsto crear un acceso a los jardines desde el museo. Entonces será cuando se puede saber de él.

Ya de regreso para finalizar nuestra visita vamos a continuar por el Paseo de las Minas hasta llegar al Paseo de los Mosquitos y descender hacia la entrada.

Al llegar a la plazuela de la entrada nos encontramos con la escultura de Juan Carlos I.

La Escultura de Juan Carlos I

Estatua Juan Carlos I

La escultura de Juan Carlos I fue creada por la Fundición Yunta en 1995. Homenajea al primer rey de España que por expreso deseo suyo abrió los jardines de Palacio al público el 24 de Junio de 1978.

 

Ya saliendo de los jardines nos queda una última visita que hay que hacerla desde el exterior. Nos queda por ver la Casa del Guarda.

La Casa del Guarda

La Casa del Guarda

Otra construcción importante en los jardines es la Casa del Guarda. Aunque no se puede visitar desde el interior, pues está dentro de las instalaciones privadas del parque, si se puede ver desde el exterior ya que se sitúa en la esquina suroeste del Jardín, junto al Parque Atenas cerca del Paseo de la Virgen del Puerto.

Este edificio es una casa elevada que tiene dos plantas y está construido en madera. Al igual que en el Chalé de la Reina, Repullés utilizó el mismo estilo de las casas de estilo suizo o tirolés.

Actualmente conserva la funcionalidad para la que fue creada, es decir, sigue siendo la Casa del Guarda.

Historia de los Jardines del Moro

La historia de los Jardines del Campo del Moro la podemos retomar, como ya comenté, cuando acampó aquí con sus tropas Alí Ben Yusuf en 1109 con el fin de reconquistar Madrid. Sin embargo, el nombre de Campo del Moro no quedó documentado oficialmente hasta 1809.

En el siglo XVI, el rey Felipe II compró los terrenos junto al Alcázar y los convirtió en área de recreo de la corte madrileña. Estos terrenos tenían un gran problema: tener que salvar el pronunciado desnivel provocado por el barranco existente entre el palacio y las riberas del río Manzanares. Tras el incendio del Alcázar de Madrid, este terreno perdió importancia frente a otras zonas cercanas al palacio.

Fue mucho después, en tiempos de Felipe V y Carlos III, cuando se encargaron proyectos a distintos arquitectos: Juan Bautista Sachetti, Francisco Sabatini, Ventura Rodríguez y al jardinero español Esteban Boutelou, cuando finalmente se pudo elegir un proyecto razonable.

Diseño de los Jardines Campo del Moro de Sabatini

Plano de los jardines Campo del Moro de Sabatini por encargo de Carlos III

Fue elegido el proyecto de Juan de Villanueva. El proyecto conectaba, mediante una gruta artificial, denominada Túnel de Bonaparte, por ser excavada durante el reinado de José I, el Palacio Real, con los jardines de la Casa de Campo, situados al otro lado del río Manzanares. Aún se conservan varios tramos de este pasadizo, localizados en el propio Campo del Moro y bajo el antiguo Camino de Castilla.

Diseño de los jardines Campo del Moro por Saqueti

Plano de los jardines Campo del Moro por Saqueti

No fue hasta el reinado de Isabel II que Narciso Pascual y Colomer en 1844 llevó a cabo la construcción de los jardines, de los que se conservan el diseño de las vías principales rectas y las dos fuentes en el eje central: la de las Conchas, obra de Felipe de Castro y Manuel Álvarez (1775), procedente del Palacio del Infante Don Luis de Boadilla del Monte y la de los Tritones (1656), la más antigua, procedente del Jardín de la Isla de Aranjuez, y situada frente a la Gruta Grande o invernadero.

Diseño de los Jardines Campo del Moro por Narciso Pascual Colomer

Plano de los jardines Campo del Moro por Narciso Pascual Colomer

Debido al deterioro que tuvo en la revolución de 1868, durante la Regencia de María Cristina de Habsburgo en 1890, se inició un nuevo proyecto de jardín, dirigido por el jardinero Ramón Oliva según las corrientes paisajísticas y románticas de la época: senderos curvos con suaves pendientes y una gran plantación de árboles y arbustos.

Se instalaron pabellones de ocio, bancos y columpios. Destacan el Chalet de la Reina, de estilo alpino, la Cabaña del Corcho y la Casa del Guarda, así como la rocalla de la cueva que comunicaba con los jardines de la Casa de Campo, cuyo diseño original es del arquitecto Juan de Villanueva.

Diseño de los jardines Campo del Moro por Ramón Oliva

Plano de los jardines Campo del Moro por Ramón Oliva

Los jardines fueron declarados de interés histórico-artístico en el año 1931.

Durante la Guerra Civil sufrió importantes daños, lo que obligó a una nueva campaña de reforma y la construcción de nuevas plantaciones de acuerdo con su diseño actual. Se construyeron nuevas infraestructuras para permitir la visita del público, y en su interior se instaló el Museo de Carruajes, actualmente destinado a otros usos.

Hoy en día, los Jardines del Campo del Moro son uno de los lugares favoritos de los madrileños. Alejados de la enorme concentración de turistas, son un lugar de reflexión y descanso.

Imágenes de los Jardines Campo del Moro

Vistas desde el Campo del Moro
Vista del Palacio Real
Seto formando eslabones
La fuente de las Conchas
La Fuente de los Tritones
Jardines Campo del Moro
Paseo de Damas
Rosaleda Campo del Moro
Pradera Vistas del Sol
Pavo Real en los jardines de Palacio
Paseo jardines del Moro
Estufa de las Camelias
La Casa del Guarda
Estatua Juan Carlos I
Estanque de la Chata
Escalera hacia la Rosaleda del Campo del Moro
Escalera de rocalla entrada al Campo del Moro
Entrada desagües de los jardines
Entrada al Túnel de Bonaparte
Entrada a los Jardines del Campo del Moro
El estanque de los Patos
El Chalet de la Reina
El chalet de Corcho
Chalecito de la Reina
Bosquete de la Copa
Aseos públicos Campo del Moro
Antiguos restos de escudos reales
Antiguo Museo de Carruajes
Antiguo Jarrón en el Paseo de Damas
Vistas desde el Campo del Moro
Vista del Palacio Real
Seto formando eslabones
La fuente de las Conchas
La Fuente de los Tritones
Jardines Campo del Moro
Paseo de Damas
Rosaleda Campo del Moro
Pradera Vistas del Sol
Pavo Real en los jardines de Palacio
Paseo jardines del Moro
Estufa de las Camelias
La Casa del Guarda
Estatua Juan Carlos I
Estanque de la Chata
Escalera hacia la Rosaleda del Campo del Moro
Escalera de rocalla entrada al Campo del Moro
Entrada desagües de los jardines
Entrada al Túnel de Bonaparte
Entrada a los Jardines del Campo del Moro
El estanque de los Patos
El Chalet de la Reina
El chalet de Corcho
Chalecito de la Reina
Bosquete de la Copa
Aseos públicos Campo del Moro
Antiguos restos de escudos reales
Antiguo Museo de Carruajes
Antiguo Jarrón en el Paseo de Damas
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Vistas desde el Campo del Moro
Vista del Palacio Real
Seto formando eslabones
La fuente de las Conchas
La Fuente de los Tritones
Jardines Campo del Moro
Paseo de Damas
Rosaleda Campo del Moro
Pradera Vistas del Sol
Pavo Real en los jardines de Palacio
Paseo jardines del Moro
Estufa de las Camelias
La Casa del Guarda
Estatua Juan Carlos I
Estanque de la Chata
Escalera hacia la Rosaleda del Campo del Moro
Escalera de rocalla entrada al Campo del Moro
Entrada desagües de los jardines
Entrada al Túnel de Bonaparte
Entrada a los Jardines del Campo del Moro
El estanque de los Patos
El Chalet de la Reina
El chalet de Corcho
Chalecito de la Reina
Bosquete de la Copa
Aseos públicos Campo del Moro
Antiguos restos de escudos reales
Antiguo Museo de Carruajes
Antiguo Jarrón en el Paseo de Damas
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Otros Datos

  • Titularidad: Público. Patrimonio Nacional.
  • Conservación: Patrimonio Nacional.
  • Superficie: 200.000 m²
  • Longitud: 507 m
  • Estilo: Francés – Romántico
  • Acceder es totalmente gratis.
  • Está abierto todos los días
  • Es un parque accesible para personas con movilidad reducida. 

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